Biografía
Marie-Sophie Germain, nacida en París el 1 de abril de 1776, sigue siendo considerada un icono del movimiento feminista ya que se afianzó en el campo de las Matemáticas en un momento en el que, en el ámbito científico, aún existía una estricta discriminación sexual.
Perteneciente a una rica familia de comerciantes liberales y reformistas, su padre fue elegido miembro de la Asamblea Constituyente de 1789. Sophie Germain creció en medio de la Revolución Francesa y los ideales revolucionarios la marcaron en sus futuras elecciones.
Su encuentro con las matemáticas tuvo lugar a los 13 años cuando leyó sobre la muerte de Arquímedes, demasiado empeñado en encontrar la solución a un problema geométrico para responder a un gendarme romano que lo mató por ira.
Sophie Germain se sintió tan atraída por las matemáticas que estudió por completo los trabajos científicos como Euler y Newton. De hecho, fue gracias a su amor por la lectura que, más tarde, descubriría sus principales influencias matemáticas y filosóficas.
Sus padres, inicialmente opuestos a complacer los deseos de su hija, le asignaron un tutor privado que le permitiría continuar sus estudios matemáticos.
Estudios
A pesar de esto, Sophie Germain no estaba satisfecha con sus estudios y deseaba asistir a la Universidad, que en ese momento estaba prohibida para las mujeres. Por lo tanto, decidió inscribirse en la Escuela Politécncia con el nombre masculino de Antoine-August Le Blanc.
Sólo de esta manera tuvo la oportunidad de estudiar de forma independiente las notas del curso sin asistir; y sin ser descubierta durante todo el tiempo que duró. Lagrange, en ese momento profesor en la Escuela Politécnica, quedó tan impresionado por la habilidad de Le Blanc que quiso conocerlo y fue así que Sophie Germain tuvo que revelar su verdadera identidad.
Lagrange, más allá de la prohibición de la escuela para que las mujeres estudiaran, la felicitó y la animó a continuar sus estudios. Bajo su guía, Sophie Germain se dedicó al estudio de las matemáticas más avanzadas, en particular de la teoría de números y el último teorema de Fermat, para el que encontró un número primo (llamado número primo de Sophie Germain).
Posteriormente, en el año de 1804 inició una relación epistolar con Carl Gauss, todavía usando el seudónimo de Antoine-August Le Blanc, para profundizar sus estudios de teoría de números.
Aportes
Tras la invasión de Prusia por parte de Napoleón, a Sophie Germain le preocupaba que Gauss corriera la misma suerte que Arquímedes. Por lo que decidió aconsejar a un amigo general de la familia por la seguridad del científico. El propio general le confió a Gauss que por el trato favorable que le había sido reservado tenía que agradecer a Sophie Germain, nombre desconocido para él.
Entonces Sophie tuvo que revelar su identidad y, a cambio, Gauss confirmó su estima. El intercambio de cartas se interrumpió en 1808, año en el que Gauss dejó de trabajar en la teoría de números y se trasladó a la ciudad de Göttingen.
Posteriormente, Sophie Germain se dedicó a las vibraciones de las superficies elásticas y, con la ayuda de Lagrange, obtuvo la solución correcta a varios problemas. Sin embargo, esta solución, debido al machismo imperante, pasó a la historia como la ecuación diferencial de Lagrange y solo recientemente se la cita como la ecuación de Germain-Lagrange. La “Memoria sobre la vibración de las placas elásticas” fue su contribución más importante a las matemáticas, una obra llena de brillantes conocimientos que sienta las bases de la teoría moderna de la elasticidad.
En 1819, Sophie volvió a dedicarse a su amada teoría de los números y volvió a escribir a Gauss, presentándole un gran proyecto para abordar el último teorema de Fermat. Lamentablemente, Gauss parecía no tener tiempo ni ganas de leerlo con la atención necesaria y, aunque expresara su estima por el trabajo de la matemática, parecía querer perder el contacto.
Muerte
Por este motivo, Sophie continuó trabajando bastante aislada. En estos años, también escribió sobre filosofía. Por otra parte, Adrien-Marie Legendre y Guglielmo Libri fueron los dos matemáticos más cercanos a ella en los años siguientes, hasta su muerte, de cáncer, a los 55 años, en 1831.
Cabe señalar que en su certificado de defunción no se la reconocía como matemática, sino como terrateniente; lo que demostraba el machismo y discriminación que en aquella época aún se vivía para las mujeres.
Los manuscritos de Sophie encontrados en París y Florencia han sido objeto de estudio en los últimos años y han dado lugar a una gran reevaluación de su trabajo. El teorema de Germain no es más que una pequeña parte de su gran proyecto, que resultó contener muchas ideas y resultados interesantes, obtenidos de forma independiente incluso en tiempos recientes por otros matemáticos.
Desafortunadamente, debido al aislamiento en el que indudablemente trabajaba Sophie, principalmente por ser mujer, su notable trabajo fue ignorado durante casi dos siglos.
Es importante señalar que la Escuela Politécnica en la que estudió Sophie Germain finalmente abrió sus puertas para que las mujeres pudieran estudiar en ella en el año de 1972; es decir, casi 200 años después del nacimiento de esta prominente matemática.